zumbando moscas
Dulce es el sueño del niño burgués
para el pibe de la villa,
(limpia parabrisas en el semáforo
mientras come promesas.)
El niño burgués tiene
el miedo que le enseñaron a tener
y una envidia rayana por esas manos sucias
de tocar la tierra en que las moscas zumban
(pobre niño burgués,
no conoce el olor de la basura agria)
El pibe de la villa acaricia un sueño
que el niño burgués toca despierto.
Pobre niño burgués el día que el villero
deje de producir por su salario.
3 comentarios:
Crudo, cruel, real...lo sentí.
Un abrazo por la sensibilidad.
Las desigualdades entre los sueños de la calle y los de la mansión. Aunque todos nos igualamos porque soñamos.
Precioso poema, intenso, sensible,real.
Un abrazo.
Impresionante, no admite rèplica.Inmenso.
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Abrazos
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