Un poema de Raquel Fernandez
CEMENTERIO
SIT TIBI TERRA LEVIS
El olvido es tangible.
Tiene rostro.
Tiene pasos confusos.
Pero llega.
Tiene una culpa vieja en la garganta.
¿La mía? ¿La tuya?
¿La nuestra?
El olvido es tangible.
Yo lo vi.
Hoy lo vi.
Y hasta pude tocarlo.
Se quebraron mis uñas
arrancando los yuyos
de las tumbas ajenas.
Limpié el mármol extraño.
Quité las telarañas
que tejían a Cristo.
Toqué fotografías.
Los muertos sonreían.
Antes de saber.
Me deshice
de tanta agua podrida,
de tantas flores secas.
Que no eran mías.
El olvido estaba ahí.
Me miraba con sorna.
Me miraba y decía:
“Esto es así, chiquita.
No le des más vueltas al asunto.”
Una tumba.
Otra tumba.
Tantas tumbas.
No pude con todas.
No pude
con tanto abandono.
Entonces me mordí las manos.
Y lloré.
Raquel Graciela Fernández,
Argentina.
Argentina.
5 comentarios:
El olvido es la forma más triste de morir, también la más real...
Exquisita compòsición, con tintes becquerianos. Me ha gustado mucho.
Besos.
Qué lindo poema. Cuanto olvido y cuanta pena por ser olvidado.
besos con memoria
El olvido es tambien agustia de perder un grato recuerdo o bien una sana costumbre de alejar fantasmas
Tremendo! Muy bueno, gracias por compartirlo, Horacio, mis felicitaciones a Raquel.
Abrazo
Jeve.
Horacio, pasaba para desearte unas muy felices fiestas.
Fue un placer conocerte, espero que nos sigamos visitando.
Un abrazo grande
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