La guardia
Por Juan de los Palotes
En esta hora exacta
el silencio se esconde acuclillado
bajo un cielo de luz color derroche.
Aterrado en penúltimo rincón quiere ser sordo
a tanto ruido a corcho empapando frutas secas.
Celia Cruz pone azúcar morena a la entrepierna
de un pollo deshuesado con pionono,
Mientras la guardia aguanta.
En esta hora exacta,
una aguja es penetrada por el ojo
con un erecto hilo de sutura,
ahí, en el piso hospitalario,
el silencio se desangra por los tímpanos
y el hambre,
¿Que cosa es el hambre en esta hora exacta
en boca de la gorda que eructa en sobremesa?
2 comentarios:
¡Qué cruda paradoja!
jajaja, cruda paradoja... me gustó
tenes una inteligencia muy sutil Marínes...
es un placer saberte lectora de este blog
HORACIO
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