jueves, noviembre 23, 2006

En Desalojo



Por Juan de los Palotes


Trinchera afuera lo sacaron,
No fue suficiente arrinconarse.
Se alzaron pie de guerra y su bastión
defendió a morir hasta el arrastre.
Trinchera afuera lo arrastraron,
fue tan hijo de puta que le dieron
un tiro por la espalda.
A traición como matan los cobardes.
No mereció esa muerte,
ese final solo sin gloria.
Trinchera afuera desparramó miserias
a vistas de curiosos indecentes,
sus pocos trapos viejos,
sus libros más preciados,
y un borrador pendiente del ultimo poema
que el viento empujo a caer al charco.
Trinchera afuera el último poeta
se vio marchar tristezas de sal e indiferencia.
La muerte se parece al desalojo
cuando apura herir sin despedirse,
cuando empuja sacándote de prepo
sin lugar donde apostarse ovillo,
ni veredas que pisar sin salpicarse.