domingo, febrero 17, 2008

Bocanada de seda



Un buche de aliento denso hace crujir como un cristal helado
los dientes
Y esta tos
que mal me viene del testículo izquierdo
no me deja dormir,
se enemista con la risa y mis palabras, cortadas por estos convulsos
estoques de notas imperfectas, de desentonados y denostados versos.
Puedo percibir una bocanada de aire con textura de seda,
de donde asir mi sofocado instinto;
entro en su seno con mis fauces abiertas como lobo buscando la blandura
de lamer la carne pútrida, el hueso descarnado e hilachento.
As pi ro.
sólo se salvaron del naufragio estos cigarrillos a medio mojar
y estas ganas intoxicadas de seguir viviendo
aunque elija agonizar en el pujo pausado, parsimonioso,
del que sólo se condena.