domingo, enero 14, 2007

Desde el lunar





Por Juan de los Palotes


Yo te regalo estos obscenos versos
que son besos de infierno,
saliva lamiendo tus urgencias,
cascabel crispándote turgencias.
bofetada en tus nalgas guerrilleras.
pellizco en la aureola del pezón.
Yo te regalo estos sucios versos
que son baba del diablo,
resaca de un poeta borracho de insolencia
que escribe con cerveza en la mesa de un bar.
tu nombre,
que es meneo, cadencia, balanceo,
que es repique de estertor en mi entrepierna
que es deseo afiebrado de mis sienes
que es nostalgia por esa Magdalena
que bajó al Nazareno de la cruz.
Yo te regalo mujer estos mugrientos versos
ahora que el río se alza sobre el puente
y este viento oriental flamea tu corpiño
mostrándome el lunar que guardas en tus tetas.
Yo te regalo estos versos indecentes
con mi ronca garganta bruñida de tabaco
y gárgaras ásperas de birra ,
con el bizarro aire del poeta
que desnudo de musas se emborracha
buscando en un puto diccionario
como decir te amo.

Estación Terminal



Por Juan de los Palotes

¡Amor, la vida se nos va,
quedémonos aquí, ya es hora de llegar!
¡Amor, quedémonos aquí!
¿Por qué sin compasión rodar?


Letra: Homero Expósito


Éramos,
Como saben serse las columnas que sostienen capiteles;
erectos juncos librados a la virgen de los vientos.
Éramos,
Para la luz estorbo que obstruía el paso,
y nuestra sombra mochila cargada de memorias.
Éramos,
abrazadera ciñendo mi boca a tu entrepierna
y tu pollera un manto de piedad a los arrestos de mi vicio.
Éramos,
latiendo un mismo sorbo de vino chorreando comisuras
sin copas tañendo vientos por el borde,
solo una botella y su pico goteando nuestros besos.
Éramos,
tan solo por ser, que más da si el después,
si un tango en su vaivén arrebató
los últimos añicos del estar despiertos
y nos durmió para siempre en el banco de un anden
hacia ninguna parte.