sábado, febrero 16, 2008

En la otra orilla



Un minúsculo silencio aturde el murmullo
del agua en el mítico río de abstractos bordes.
Roto el Juramento cae la tarde a plomo.
Una cama espera blandamente
el peso de un cuerpo entregado al sacrificio.
Todos se han ido, solo queda en el lugar
una orilla lejana y una luna de saciado vientre.
Una niña en tanto mira a lo lejos, con asombro,
como el junco crece y se dobla sin quebranto.
Al otro lado del río
un hombre ríe su infortunio y su pena.