sábado, septiembre 29, 2007

un día baldío




Yo he de morir también. Yo moriré una tarde
o una noche, nunca jamás una mañana.
Yo moriré una noche
en la penumbra, de una luna que emboba con su luz
y te la da sin que lo sepas
como si fuera propia;
y uno le cree… y uno le cree...

Yo moriré la noche en que un ave desafine
al despertar de una pesadilla
de embarrotado cautiverio,
y el árbol descarne sus raíces
mas allá de sus articulaciones,
buscando perseguir una utopía.
Quien dijo que es feliz
asido al mismo terrón toda su vida?

O moriré una tarde… como el sol
Que se derrama en parto macho
para gestar la noche;
entre las piernas abiertas de la tierra.

Yo moriré también, jamás una mañana.

Por que no se puede uno, dar permiso,
de morir todos los días
y yo todos los días muero,
en cada amanecer,
sabiendo que tampoco
he amanecido muerto.

Yo moriré la noche, o la tarde
del mismo día baldío en que nací,
por que yo he nacido una mañana
retorcidamente ausente!

...propuesta indecente



Amigos, gracias por el entusiasmo y la participación en este concurso, donde el valor reside en aceptar el juego, el desafió que implica disfrutar con coraje del decir, de expresarse. Haciendo aguas…¿vamos como cáscaras de nuez a la deriva o se pierde la noción de coordenadas en el esfuerzo de mantenerse a flote,? Entonces, Aute canta en la voz de Silvio, pregunta, y nos ahoga la respuesta…” pero, quiero que me digas, amor,
que no todo fue naufragar
por haber creído que amar
era el verbo más bello ...
dímelo ...
me va la vida en ello…
…y se ahoga la garganta con las ganas contenidas de soltarse en tormenta para que la lluvia se confunda con las lagrimas, y se proyecta la vida en blanco y negro haciendo del recuerdo un corto de Chaplin, en que alguna escena se nos muestra amarillenta y otras coloridas, estas, son las que endulzan la lengua cuando la vida parece que ya produce nauseas, entonces, uno se aferra a esa astilla y emerge, sabiendo que la muerte asquea.
Entonces
“una flama tiñe los ladrillos pestañea como sombra hallada en laberinto un resorte en instantes se retumba en púrpura se instauran yunta mansa.”.
Eso es flotar, es pervivir y aun en el naufragio, aferrarse al mástil y al carajo.

Tengo el honor, el enorme honor de distinguir ahora con el premio “trinchera” a la Sra. Mabel Casas, publico aquí su poema:



un claro saturado por todos los mares del sur
una raja en todos los pechos de cuántas mujeres reflejé
pierde
pierden los bidones de la cuenca mi cuenta la cueva
los huecos
estos de llama llamados a dar dadoramente mirada
ojos

lloran todos los ojos de cuántas mujeres marché
lo sumergido pauta carpinterías de todas las arcas
no sacan de balsa
no alegan los amores de cuántas mujeres ofrendé
aullo bramo rujo y hasta trueno
que alguien me diga que no todo fue naufragar…



mención especial

Maria Inés Díaz , Débora Hadaza Días , Mari-Carmen Ruiz Morcillo, Alejandra DeningA todos les agradezco la participación.
Los premios

1) un oleo sobre tela de Altamira

menciones especiales: un mate y una bombilla

A todos ustedes por llegar a esta puerta: GRACIAS!