miércoles, febrero 10, 2010

El mal del Sauce

La imagen pertenece al artista plastico quilmeño Aldo Severi



Aguas turbias suben en reversa, el río brama.Crece
y todo otra vez repitiendose en negligencia recurrente,
en pobre recurrencia de inundados. No llores Quilmes.
El ser humano tiene esas absurdas formas de insistir.
Esa caprichosa vocación de asentar el culo en lo húmedo y podrido,
para empezar de nuevo en un derrame de sudor en derroche;
de restregarse el vientre en el barro para despues
volver a empezar entre camalotes y arañas que tiritan humedas.
Cuando el río vuelva a su nivel de mansas espumas en el murallón,
cuando la luna refleje su esponja de vinagre en la orilla de arena,
cuando ellas de religion lleven su ofrenda sagrada a Yemanya
vos, Quilmes, tan urbana, tan urdida por los cables tendidos en la altura,
de postes crucificando nidos de horneros y torcasas,
seras para el sol; un remolino de hormigón subiendo insolente la barranca,
un laberinto de asfaltos rotos, un sermón intestino buscando escapar
por la oscura cloaca del agobio, ya nadie se acordara de los inundados,
hasta la proxima.
Y yo, seguire mirandote crecer mientras nos alejamos juntos de la infancia.
Mirame, Quilmes, no ves que se me hacen sal de mar las gotas de tu río aca en los ojos?
No ves que tanto cemento te esta comiendo los potreros?
...y dejando secuelas de esa enfermedad llamada indiferencia.