domingo, mayo 18, 2008

Petites morts



entonces soñé
que entrabas en mi oído
como un jadeo ahogado
y yo en el tuyo
como un eco de voces
y vos y yo
moríamos un poco
heridos
por las feroces balas
de un orgasmo





.

5 comentarios:

Tabita dijo...

Uy, las feroces balas de un orgasmo, eso sonó apetitoso.

dèbora hadaza dijo...

exquisitamente hermoso! tendrìa q citarlo todo, es imposible escoger alguna frase

carmen dijo...

Les petites morts que l'on désire, mon ami...
Pequeño poema pero intenso el sentir..
Un abrazo

Maria Ines dijo...

Hermoso...
.......................
No encuentro las palabras frente a esta belleza!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

dèbora hadaza dijo...

hola señor, no se desaparesca que se le extraña, abrazo grande y transoceanico