viernes, enero 30, 2009

Serenata a la más puta de mis musas



No debería afligir, no debería
coronarme de espinas la flor del abandono.
No debería perturbarme el sueño que te vallas, sin mi,
Ni perderme en dobleces de un pañuelo de marica,
Envenenado de lloros y lamentos.
(que Los hombres no lloran me dijeron a golpes, se hace un hombre)
Pero es que esta casa de arquitectura absurda
Tiene sudor de vos en las paredes
Y huele a hembra en celo cuando rezas
Y se enciende un incendio de rocío
Cuando arrecia una siesta despierto en la terraza.
Es que esta casa no sabe despedirse
y es mas grande sin vos y mas extraña.
Entonces ya seré, sin querer el que se valla
Como árbol sin dueño, que te invada de asombro con su sombra.
Y aun doliendo un gajo que le arranque
me llevara con el donde te vallas.
yo soy el que han caido y han pateado
el que de pie se pone por tu nombre
y sangre y barro escupiendo en boca
suelto, por vos, las piedras de mis manos.
Estoy envenenado de tus besos
y no hay remedio para esta sed de muerte que me abrazsa.
Vamos como bajitos hasta el rió,
a buscar bautismo y fiesta a los ojos de las manos,
que ahi donde el sauce se recuesta
erigiré un templo con tu cuerpo,
y un puñado de amor, y un puñado de amor
se ira a tu lado

5 comentarios:

Tabita dijo...

Hermoso... como siempre Horacio. Besos húmedos.

dèbora hadaza dijo...

Pero es que esta casa de arquitectura absurda
Tiene sudor de vos en las paredes
Y huele a hembra en celo cuando rezas


asi quisiera marcar esta casa y siento que me repele, le tendré que cantar ne me quitté pas

Jorgelina Mandarina dijo...

Horacio, decime. porque me tarde tanto en volver a la trinchera?

Un abrazo, gigantezco. Un abrazo, poeta.

chivilboy dijo...

un puñado de amor!

cielo claro dijo...

Ha sido un placer enorme poder leerte y darme una gran vuelta por tu espacio de letras.
Divina poesía la tuya, exquisita de exquisitez...

Un abrazo chileno.