sábado, octubre 27, 2012

Espejos


No me parezco, debí ser más alto y más delgado y
ondeado el cabello, si, un poco ondeado.
Debí tener también las manos grandes como la sonrisa
y los labios más gruesos y la barba hirsuta;
los dientes más blancos, afinado el oído,
pronta la respuesta y bizarro el paso, pausado e intenso.
Tácito el coraje y apeada la duda, firme la respuesta
y constante el pulso.
Suelta la mirada ,la lengua aguzada y urgente elocuencia.
Apolíneo el porte y nariz helena y aún así,
de mi, en el adverso espejo que refleja los absurdos espasmos
de la vejez que espera carroñera
no me veras feliz, el alma aseada, ni mucho más cuidada
mi cordura.

1 comentario:

viruta dijo...
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