martes, octubre 09, 2012

mundos subterraneos















Hoy gasté mi única moneda;
esa que atesoré bajo mi lengua
para el hijo de la noche.
Que vague entonces 
mi alma por el río neblinoso
hurgando ese argumento 
que  convierte en héroes
a los mártires.

1 comentario:

mabel casas dijo...


que poderoso se torna el hijo de la noche en el poema
osea que poderoso tu verso
trasmite el instante de usar ese último valuarte
se ve el alma vagando
con la fuerza encontrar ese misterio de ser héroe y dejar de ser el mártir

me conmueve por la vena coraje de decir
gracias

ahí estás de nuevo,horacio,es tu decir fuerte!
abrazo