jueves, septiembre 18, 2008

03:52





Sos mi último verbo,
tambien mañana mi primer enigma
y sin embargo, la duda,
como si raspara un hueso
pelando carne
donde nada queda que roer.
Tendré que acostumbrarme
a la prudencia de los ángeles,
mientras me divorcio
de este hábito de andar
buscando el sol, entre tinieblas

6 comentarios:

dèbora hadaza dijo...

Contigo ya me estoy acostumbrando a no poder elegir frase alguna de tus versos...

todos son exquisitos!

aplauso enorme

MabelBE dijo...

Si, bellísimo poema.
Y habrá que acostumbrarse... jaa.
Saludos, Mabel.

viruta dijo...

estaba pensando que a lo mejor podría comentarte de modo retrasado... vos qué opinás?

Erne dijo...

Juan, como siempre , unos versos preciosos.

Te dejo un abrazo.

viruta dijo...

zás, me descubrieron igual...

Palabras como nubes dijo...

Excelente, desde el primero al último verso. Un placer haber encontrado este blog.
Jeve.